por el pastor J.C. O'Hair
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica semanalmente en su sitio web artículos devocionales con el nombre More Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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La mayoría de los cristianos saben más sobre el diablo que sobre "el misterio". Sin embargo, no saben tanto sobre el diablo como deberían saber. Deberían saber más sobre él para poder decir sinceramente, con Pablo: "No ignoramos sus maquinaciones" (II Corintios 2:11 - RV1960). Ciertamente, todo cristiano debería saber más sobre "el misterio". Dios quiere que todo cristiano conozca "el misterio" y lo dé a conocer a otros (Efesios 3:9).
Dices: "Entonces ya no sería 'el misterio'". Ciertamente no. ¿Por qué, después de más de 2.000 años, esta verdad divina sigue siendo un misterio para el noventa y nueve por ciento del pueblo de Dios? ¿Puedes responder a esta pregunta?
Es cierto que el diablo no quiere que nadie comprenda, ni siquiera estudie esta verdad divina. Pero, ¿no es la voluntad de Dios más deseable para los cristianos que la de Satanás? ¿No supera el poder de Dios al poder del diablo? Satanás es poderoso. Dios es todopoderoso. Los cristianos espirituales genuinos saben que el poder de Dios supera al poder de Satanás.
Sin embargo, hagamos un inventario. Al ver la situación política mundial, la angustia de las naciones, incluso de las naciones llamadas cristianas, al borde de la bancarrota y la destrucción, podríamos preguntarnos por qué Satanás tiene tanto poder después de 2.000 años de cristianismo. Pero creemos que Satanás sabía lo que decía en Lucas 4:6 cuando le dijo al Señor Jesús que los reinos del mundo estaban bajo su control. El Señor tenía razón cuando llamó a Satanás "el príncipe de este mundo".
Cuando consideramos los millones y millones de personas del mundo en el aspecto religioso, y vemos lo que el diablo les ha hecho, seguramente decimos un sincero "Amén" a la declaración de 1 Juan 5:19: "el mundo entero está bajo el maligno". En sus artimañas para alejar a los pecadores del evangelio salvador de Cristo, Satanás es llamado "el dios de este siglo" (2 Corintios 4:3-4). Para lograr su propósito con las personas que quieren algún tipo de religión con la etiqueta "cristiana", el diablo se transforma en ángel de luz e instruye a sus siervos a fingir que son misioneros de Cristo (2 Corintios 11:13-15).
Ahora consideremos lo que el diablo ha hecho con los miembros de la Iglesia que son realmente miembros del Cuerpo de Cristo, la única Iglesia de Dios hoy en día. Fíjese en las instrucciones de Dios en Efesios 4:3-6:
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Medita en "la unidad del Espíritu". ¿Dónde se encuentra hoy? Una fe, una esperanza de tu vocación, un bautismo. Un solo cuerpo. ¿Cuántas sectas y denominaciones hay? Varios cientos. ¿Cuántos cuerpos hay? Un solo cuerpo. Ten en cuenta Efesios 1:20-23:
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Cristo está en los lugares celestiales. Cristo es la única cabeza de su única Iglesia, que es su cuerpo, "la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo".
No importa cuán leales y celosos sean los sectarios que defienden y luchan por sus iglesias denominacionales, el estudiante de la Palabra de Dios sabe que el "denominacionalismo" es absolutamente antibíblico. Hay una, y solo una, verdadera Iglesia Bíblica y esa Iglesia Bíblica se denomina El Cuerpo de Cristo, "la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo". En Efesios 3:6, esa única Iglesia se llama el "Cuerpo Conjunto" (ver el griego).
Los miembros del Cuerpo de Cristo están sentados con Cristo en los lugares celestiales y son bendecidos con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales (Efesios 2:6 y 1:3). Una de las razones por las que Dios quiere que todos los hombres vean "el misterio" se expresa en Efesios 3:10-11:
para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
El misterio, entonces, es la verdad divina acerca de "los lugares celestiales" y "conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor". Al escudriñar las Escrituras, encontramos que este mensaje divino no era el cumplimiento de una profecía, sino un programa espiritual predestinado por Dios antes de la fundación del mundo.
Hemos visto cómo Satanás obra políticamente como "el príncipe de este mundo"; cómo, como "el dios de este siglo", ciega al incrédulo para que no crea el evangelio de la salvación. En Efesios 6:11-20 aprendemos de la maldad espiritual de Satanás en los lugares celestiales, su oposición al mensaje y al mensajero del "misterio", la verdad divina acerca de los lugares celestiales. Note Efesios 6:11,12:
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Y note Efesios 6:19,20:
y [orad] por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
¿Por qué Pablo era prisionero de Roma? Escuche sus propias palabras: por "el misterio del evangelio". Lea esto de nuevo en Colosenses 4:3,4 y escuche su testimonio en Efesios 3:1-3:
Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente
Note el siguiente pasaje de la Palabra de Dios en Efesios 3:9:
y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;
Aquí vemos que "la dispensación de la gracia de Dios" y la dispensación del misterio están vinculadas entre sí. Esta gloriosa verdad fue dada a conocer por revelación al apóstol Pablo, quien se convirtió en prisionero de Jesucristo por los gentiles. ¿Apreciamos lo que sufrió por nosotros? Entremos en la Biblia y tratemos de entender el mensaje por el que sufrió.
Aunque Pablo sabía que los hombres religiosos se oponían al "misterio" y estaban decididos a que no predicara esa verdad divina, también sabía que no luchaba contra carne y sangre, sino que su verdadero oponente era el diablo como gobernante de las tinieblas de este mundo en los lugares celestiales.
Pablo escribió en 2 Corintios 4:3 y 4 que Satanás ciega las mentes. Pero note su petición de una oración muy específica en Efesios 1:17-18:
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos
Pablo no quería mentes ciegas al "misterio". Sabía que se necesitaba un espíritu especial de sabiduría y revelación para comprender esa gloriosa verdad en particular.
Sí, el diablo logró que Pablo fuera encarcelado por "el misterio", encadenado como un malhechor. Pero desde su celda de la prisión escribió: "La Palabra de Dios no está presa".
Dios quiere que conozcas y des a conocer esta gloriosa verdad, que debería haber dejado de ser un misterio hace más de veinte siglos.
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