por el pastor Ricky Kurth
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica semanalmente en su sitio web artículos devocionales con el nombre More Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea… para que sean consolados sus corazones… hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento… (Colosenses 2:1,2 - RVR1960)
¡No hay nada peor que quedarse sin garantía! Durante la escasez de gasolina de los años 70, viajaba de Illinois a Minnesota para un viaje de pesca con mi padre, cuando empezamos a quedarnos sin combustible. Mientras buscábamos un lugar para repostar, nos alarmó descubrir que una gasolinera tras otra habían colocado un cartel de “Sin gasolina”. ¡De repente desapareció toda garantía de que no terminar varados en la interestatal!
Si bien la garantía que puede dar un tanque lleno de gasolina brinda comodidad, ¡la garantía de la salvación es infinita y eternamente mejor! No es de extrañar que el apóstol Pablo estuviera dispuesto a soportar “gran lucha” por los santos a quienes ministraba, para que sus corazones pudieran ser consolados por la plena seguridad que podemos tener mediante un “entendimiento” adecuada de cómo la fe sencilla nos salva en la dispensación de la gracia (Colosenses 2:1,2).
Pero al separar correctamente la Palabra de verdad (II Timoteo 2:15), encontramos que para obtener la seguridad de la salvación, Dios requirió más que solo la fe de parte de los hebreos. En Hebreos 10:22, por ejemplo, leemos:
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Aquí vemos que en un día en que Dios requería el bautismo en agua para la remisión de los pecados (Marcos 1:4; 16:16; Hechos 2:38; 1 Pedro 3:21), los hebreos no podían disfrutar de “plena certidumbre de fe” a menos que sus cuerpos fueran “lavados… con agua pura”. ¡Por supuesto! Si bien los hombres siempre han sido salvos por la fe, cuando Dios requirió ciertas obras como expresión de esa fe, no podría haber salvación sin la realización de cualquier obra que Él requiriera (excepto cuando esto fuera imposible, como sucedió con el ladrón en la cruz), y ninguna garantía aparte de esa expresión de fe.
Vemos esto nuevamente en 1 Juan 3:17-19:
Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?… no amemos de palabra… sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él
Claramente, si los lectores de Juan querían tranquilizar sus corazones, tenían que expresar su fe compartiendo los “bienes de este mundo” (cosas como comida y ropa) con compañeros hebreos que necesitaban esas cosas. Aquí debe recordarse que Juan escribió estas palabras teniendo en vista la Gran Tribulación venidera. (Las epístolas hebreas fueron escritas a los hebreos del siglo I para instruirles sobre cómo ser salvos y disfrutar de la garantía de la fe, incluso en medio de los terrores de la Tribulación. Si la dispensación de la gracia no hubiera interrumpido el programa profético de Dios, estas personas habrían vivido para ver ese tiempo terrible. Incluso después de que se introdujo el misterio, se pensó que el Rapto tendría lugar rápidamente (como indica el uso que hace Pablo de la palabra “nosotros” en 1 Tesalonicenses 4:15,17) y que el tiempo de la angustia de Jacob luego vendría sobre ellos.) Después de que la Bestia emita su marca, muchos hebreos se encontrarán incapaces de comprar los bienes de este mundo sin ella (Apocalipsis 13:17). Así, Dios ha ordenado que los hombres que buscan la salvación en ese día deben expresar su fe ayudando a los hebreos necesitados (Santiago 2:14-17, cf. Mateo 25:31-46). Según este arreglo, no puede haber salvación sin estas obras, ni seguridad de salvación aparte de estas expresiones obligatorias de fe.
Esta benevolencia fraternal tampoco podría ocurrir una sola vez. Tal caridad tendrá que mantenerse durante toda la Tribulación, como vemos en Hebreos 6:10,11:
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor… habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza.
Las palabras “hasta el fin” aquí nos ayudan a entender el significado de versículos como Mateo 24:13, donde se dijo a los hebreos: “El que persevere hasta el fin, será salvo”. En un día en que “el amor de muchos se enfriará” (v. 12), los verdaderos creyentes mantendrán su amor por sus hermanos al continuar proporcionándoles los bienes de este mundo hasta el final de la Tribulación. Por supuesto, esto será cada vez más difícil a medida que avance la semana setenta de Daniel, especialmente porque los verdaderos creyentes no podrán comprar comida ni ropa sin recibir la marca. No es de extrañar que se exhorte a estos hebreos a mostrar “la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza”. No puede haber seguridad de salvación en ese día sin continuar con estas necesarias expresiones de fe.
Entonces, ¿cómo pueden los creyentes hoy disfrutar de la plena seguridad que Pablo describió en nuestro texto? Bueno, observe que Pablo habla de “pleno entendimiento” (Colosenses 2:2). Para alcanzar la plena seguridad de la salvación hoy, en la dispensación de la gracia, Dios no nos pide que hagamos algo, nos pide que entendamos algo. Y no nos deja adivinando qué es lo que debemos entender, porque Pablo continúa hablando de “conocer el misterio” (2:2). La única manera de disfrutar hoy de la plena seguridad de la fe es reconocer que el misterio ha introducido una era en la que las obras ya no son necesarias como expresión de la fe. No puede haber seguridad de salvación sin una “comprensión” y un “reconocimiento” de este cambio dispensacional.
Muchos sospechan que la escasez de gasolina de los años 70 fue provocada por el hombre, diseñada para hacer subir el precio de la gasolina. Si bien no sabemos nada de esto, sí sabemos que si usted sufre de falta de seguridad, es una escasez provocada por hombres (tal vez hombres bien intencionados) que le enseñaron la Palabra de Dios sin separarla correctamente. Pero confiamos en que el “entendimiento” que hemos compartido en este artículo le permitirá regocijarse con nosotros en “todas las riquezas de pleno entendimiento”.
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