Está Alerta – I Pedro 5:8

John Fredericksen|Nuestra familia solía disfrutar observando a los pequeños perritos de las praderas en Black Hills de Dakota del Sur.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Nuestra familia solía disfrutar observando a los pequeños perritos de las praderas en Black Hills de Dakota del Sur. Estos animales viven en comunidades subterráneas conectadas por una serie de túneles y agujeros en la superficie. Por razones de seguridad, cuando salen a buscar comida, se quedan muy cerca de una vía de escape. Con frecuencia se paran sobre sus patas traseras buscando, con gran atención, cualquier depredador. No son los más inteligentes de la creación de Dios. Los cazadores suelen disparar a uno de los perros de la pradera y otro que está justo al lado de él simplemente mira desconcertado a su compañero muerto. Pero si un humano se acerca, rápidamente desaparece en la seguridad de su guarida.

En las palabras de despedida de Pedro en su primera epístola, advierte: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (I Pedro 5:8 - RV1960). La imagen conceptual deseada es la de un león poderoso, hambriento y maduro al acecho en busca de presas. Es posible que su víctima ni siquiera se dé cuenta de que está siendo acechada con sigilo hasta que caiga fatalmente en las despiadadas garras del león. Como ser espiritual, Satanás es un enemigo invisible que merodea constantemente buscando a alguien a quien atacar, particularmente a los creyentes en el Señor Jesucristo. Satanás puede utilizar falsos maestros, apelar a nuestra carne para seguir caminos pecaminosos o incluso utilizar a otros creyentes para “devorarnos” con desánimo. El Señor quería que Pedro informara a los santos de este peligro constante y les advirtiera específicamente que velaran. Velar significa estar despierto, vigilante o alerta. Los creyentes no debemos volvernos descuidados o indiferentes ante los ataques de nuestro enemigo. Si no elegimos estar constantemente alerta a nuestro peligro siempre presente, seremos presa fácil de nuestro enemigo. Por lo tanto, los creyentes deben ser “sobrios” o tener una mentalidad seria ante esta amenaza. Esto significa no sólo buscar los ataques de Satanás, sino “resistir” o enfrentarlos en el poder del Señor. Santiago dio la promesa alentadora: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Satanás no puede dominar a un creyente, ni puede tener éxito, a menos que uno sea descuidado, no esté preparado o enfrente a Satanás con sus propias fuerzas.

El apóstol Pablo de la misma manera advierte sobre nuestra lucha constante contra las fuerzas satánicas (Efesios 6:11-13). Para estar preparados para este peligro, se nos instruye a ponernos “toda la armadura de Dios” para que podamos “permanecer” victoriosos en Su poder. ¿Te vistes para esta batalla todos los días?

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