por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Con gran agradecimiento puedo decir que uno de los mejores ejemplos de un esposo que honra a su esposa es mi yerno, Justino. Con gran coherencia, es sensible al bienestar de su esposa, considerado con sus deseos, cariñoso en su forma de tratarla, respetuoso de sus opiniones y lo suficientemente sabio como para buscar su consejo con regularidad. La involucra como a una igual en todos los aspectos de las decisiones familiares y con frecuencia antepone sus deseos a sus propios intereses. Aunque está casado desde hace años, todavía la lleva a citas nocturnas y le deja notas de cortesía confirmando su amor. En resumen, la trata como a una reina. Justin es una verdadera respuesta a la oración. Mi esposa y yo estamos muy felices de que nuestra hija tenga a este hombre con quien asociarse en la vida.
Cuando Pedro escribió principios eternos sobre cómo debe tratar un hombre a su esposa, dijo: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida…” (I Pedro 3:7 - RV1960). La palabra “dar honor” significa valorar, estimar como del más alto grado o considerar precioso. Un hombre que trata apropiadamente a su esposa demostrará que la considera la mayor bendición de su vida, después de su salvación eterna. Él la protegerá, la hará su prioridad, le mostrará un gran respeto y cultivará una buena relación con ella. Para vivir con ella “sabiamente”, buscará descubrir qué le agrada y qué le desagrada, y luego actuará en consecuencia para proporcionarle un entorno en el que ella esté feliz y contenta. Esto significará más que proporcionar cosas materiales; significará brindar aliento espiritual y cooperación junto con amor, consideración y ternura. Él buscará cargar con la mayor parte de las tensiones de la vida, sabiendo que ella es “el vaso más frágil”. Eso no significa que ella sea menor que el hombre, sólo que Dios permite a los hombres llevar mejor estas cargas. El papel apropiado del hombre es protegerla cuando sea posible. Así tratan los “verdaderos hombres” a sus esposas. Más allá de la paz, la armonía y una relación estable, tratar a la esposa de esta manera también asegura que sus “… oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7).
Hombres, los animamos a actuar como caballero con su esposa, demuéstrenle que ellas son su más valiosa bendición de parte de Dios y hónrenlas con gran respeto. Hacerlo generará grandes dividendos aquí y en la eternidad.
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