por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En 2015 se reveló que el presentador de noticias de NBC, Brian Williams, inventó una historia sobre estar en un helicóptero que fue alcanzado por fuego enemigo. El personal militar que había estado con él objetó públicamente que tal afirmación era falsa, pues restaba valor al heroísmo de nuestros hombres y mujeres en servicio. Se revisaron los registros de video para documentar que el helicóptero en el que viajaba Williams, de hecho, no había sido alcanzado y para demostrar que las repetidas afirmaciones del Sr. Williams eran falsas. Estos registros eran tan convincentes que el Sr. Williams fue removido permanentemente como presentador de noticias de NBC. Aprendió que los registros, en video o de otro tipo, son importantes.
El apóstol Juan les dijo a sus lectores el propósito de su primera epístola: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (I Juan 5:13 - RV1960). Juan escuchó previamente al Señor Jesús enseñar: “… El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). El Salvador estaba prometiendo vida eterna a cualquiera que pusiera su total confianza en el mensaje de que la vida eterna solo se encuentra a través de una fe confiada en Dios el Hijo. Con palabras claras, Cristo enseñó: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). De manera similar, enseñó: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Fue en este contexto general que Juan continúa en su primera epístola diciendo: “Y este [esta Escritura] es el testimonio [registro]: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo [mediante una fe confiada en Él], tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (I Juan 5:11-12). Los capítulos anteriores indicaron otras cualidades que estarían presentes en la vida de un verdadero creyente del reino. Juan confiaba en que sus lectores tenían una verdadera fe salvadora en Cristo. Su epístola tenía como objetivo servir como un registro divino de prueba con el que estos creyentes pudieran contar para “saber” que poseían vida eterna.
Hay muchas distinciones dispensacionales en la carta de Juan que se aplican solo a Israel. Sin embargo, hoy también tenemos un registro escrito en Efesios 1:13 que nos asegura la vida eterna. ¡Mantente firme y confiado en esta garantía!
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