por el pastor Ricky Kurth
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En Daniel 9:25, se le dijo al profeta Daniel que desde la salida del mandamiento para restaurar Jerusalén “hasta el Mesías” (RVR1960) pasarían 69 semanas de años (cf. Génesis 29:27; Levítico 25:8). Francamente, esta profecía tan específica desconcertó a los estudiantes de la Biblia durante muchos años, porque el tiempo predicho de 483 años (69×7) “hasta el Mesías” no coincidía con el tiempo del Señor Jesucristo.
Luego, en su libro The Coming Prince, un maestro de la Biblia llamado Sir Robert Anderson se dio cuenta de que el problema residía en las diferentes formas en que judíos y gentiles marcan el tiempo. Contamos nuestros años usando un calendario solar en el que cada año tiene 365¼ días, pero los judíos usaban un calendario lunar de 360 días, en el que cada año constaba de 12 meses de 30 días cada uno.
Se encuentra evidencia de esto en Génesis 7:11, donde leemos que el diluvio comenzó “en el mes segundo, a los diecisiete días del mes”, pero exactamente “ciento cincuenta días” después (Génesis 7:24), “…reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes…” (Génesis 8:3,4). La única manera de que un período exacto de cinco meses iguales pueda terminar 150 días después, en el mismo día del mes, es si cada uno de esos meses tiene 30 días. Se ve más evidencia de esto cuando recordamos que a veces se dice que la última mitad de la semana setenta de Daniel dura “cuarenta y dos meses” (Apocalipsis 11:2), y a veces se dice que dura “mil doscientos sesenta días” (Apocalipsis 11:3). La única manera de que 42 meses iguales puedan equivaler a 1260 días es si cada uno de esos meses tiene 30 días.
Una vez que Sir Robert volvió a calcular la profecía usando los años lunares, descubrió que las 69 semanas “hasta el Mesías” coincidían hasta el mismo día en que el Señor Jesús montó en un pollino y entró en Jerusalén e hizo una presentación oficial de sí mismo a Israel. No es de extrañar que el Señor se lamentara más tarde ese día: “…¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!…” (Lucas 19:42).
¿El punto? Cuando se nos pregunta por qué los hombres deberían confiar en el Dios de la Biblia, ¿por qué no dar la razón que Dios mismo da: la profecía cumplida? (Isaías 42:8,9; 44:7,8 cf. Juan 13:19). A aquellos que pregonan a los dioses de las otras religiones del mundo, Dios les dice: “Alegad por vuestra causa… presentad vuestras pruebas… Traigan, anúnciennos lo que ha de venir… hacednos entender lo que ha de venir… para que sepamos que vosotros sois dioses…” (Isaías 41:21-24).
¡Sólo el Dios de la Biblia es Dios!
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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