¿Quién Pensaría Que Dios Podría Mentir?

Ricky Kurth|¡Cuán diferente es el Dios de la Biblia! La Biblia no justifica a los hombres rebajando a Dios a su bajo nivel de maldad. ¡La Biblia justifica a los hombres elevándolos al nivel de Dios!  Mientras el Señor Jesucristo colgaba de la cruz del Calvario, Dios, “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (II Corintios 5:21).

por el pastor Ricky Kurth

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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…en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos (Tito 1:2 - RVR1960)

Se cuenta la historia de un trabajador de una fábrica bastante ingenuo al que llamaron a la oficina de su supervisor para responderle a su capataz. Su supervisor preguntó: “¿Llamaste mentiroso a tu capataz?”   El hombre admitió que sí. “¿Lo llamaste estúpido?” Tenía que admitir que eso también era cierto. “¿Lo llamaste ególatra narcisista y obstinado?”   A esta acusación, el hombre ingenuo respondió: “No, pero ¿podrías escribirlo para que pueda recordarlo?”

Por supuesto, nadie jamás acusaría a Dios de mentir, ¿o sí? Debe haber una razón por la que el apóstol Pablo le escribió a Tito acerca de la esperanza de la vida eterna, “la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio del mundo” (Tito 1:2). ¿Por qué Pablo tendría que dar fe de la integridad de Dios de esa manera? Seguramente alguien estaba pensando que Dios podía mentir, o no habría sido necesario afirmar lo contrario. Y no es probable que fuera Tito.

Pero Tito estaba estacionado en la isla de Creta (Tito 1:5), y los cretenses a quienes ministraba solían adorar al dios griego Zeus, de quien se dice que nació en Creta. Y según la mitología griega, Zeus siempre le mentía a su esposa Hera para encubrir las aventuras que tenía con diosas, ninfas y mujeres mortales. De modo que los cretenses necesitaban seguridad de que el Dios de la Biblia no estaba mintiendo al prometerles vida eterna, una seguridad que Pablo estaba más que feliz de darles en una epístola que se convirtió en parte de la Palabra escrita de Dios.

Por cierto, ¿alguna vez te preguntaste por qué los dioses de los griegos eran tan degenerados moralmente? ¿Por qué alguien inventaría dioses que fueran culpables de mentir, engañar, robar, fornicar e incluso matar? ¡Fue porque si sus dioses actuaban así, tenían una excusa para actuar de la misma manera! ¡Los griegos inventaron tales dioses para justificar su propia pecaminosidad! Después de todo, ¡los dioses no podrían negar con justicia a los hombres la entrada al cielo debido a sus pecados, si ellos mismos fueran igual de depravados moralmente!

¡Cuán diferente es el Dios de la Biblia! La Biblia no justifica a los hombres rebajando a Dios a su bajo nivel de maldad. ¡La Biblia justifica a los hombres elevándolos al nivel de Dios!  Mientras el Señor Jesucristo colgaba de la cruz del Calvario, Dios, “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (II Corintios 5:21). Eso significa que si has confiado en Cristo como tu salvador, tienes la justicia misma de Dios.   Dios mismo no es más justo que tú, porque has sido “hecho justicia de Dios”. Y eso significa que Dios no puede negarte con justicia la entrada al cielo, porque Él te ha elevado a Su propio nivel de justicia.

Si eso te hace sentir eternamente seguro, ¡di amén!


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.

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