Te He Puesto Por Atalaya

Cornelius R. Stam|Si Ezequiel no advertía a los malvados, morirían en sus pecados, pero aun así se requeriría su sangre de su mano. Sin embargo, si él les advirtiera fielmente y ellos se negaran a prestar atención a la advertencia, morirían en sus pecados, pero él sería absuelto de toda responsabilidad (Ezequiel 33:8,9).

por el pastor Cornelius R. Stam

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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El profeta Ezequiel fue designado por Dios como “atalaya” sobre la casa de Israel (Ezequiel 33:7 - RVR1960). Se le consideraba responsable de advertir a los malvados de su camino, porque si bien Dios debía tratar justamente con el pecado, había declarado: “…no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva…” (Ezequiel 33:11).

Si Ezequiel no advertía a los malvados, morirían en sus pecados, pero aun así se requeriría su sangre de su mano. Sin embargo, si él les advirtiera fielmente y ellos se negaran a prestar atención a la advertencia, morirían en sus pecados, pero él sería absuelto de toda responsabilidad (Ezequiel 33:8,9).

¿Algún lector cristiano nos recordaría que vivimos bajo otra dispensación y que nuestro mensaje es de gracia? Es cierto, pero esto no disminuye sino que aumenta nuestra responsabilidad hacia los perdidos.

Si nosotros, los creyentes, descuidadamente permitimos que los perdidos vayan a tumbas sin Cristo, ¿no somos moralmente responsables de su perdición y no seremos responsables ante el tribunal de Cristo? (2 Corintios 5:10,11). Por eso encontramos a Pablo recordando a los ancianos de Éfeso que no había dejado de advertir a los hombres “…noche y día… con lágrimas…” (Hechos 20:31).

Al recordar el Apóstol su ministerio entre los efesios, pudo decir: “…yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos” (Hechos 20:26). Y esto había sido cierto para su ministerio en general. De hecho, ahora deseaba que, cualquiera que fuera el costo, pudiera terminar su carrera con gozo y el ministerio que había recibido del Señor Jesús, para testificar “el evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).

¡Dios nos dé a los creyentes en el Señor Jesucristo, un mayor sentido de nuestra responsabilidad hacia los perdidos!


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.

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