por el pastor Cornelius R. Stam
La Sociedad BĆblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artĆculos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al espaƱol de dichos artĆculos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En los dĆas de Pablo, su “predicación de Jesucristo, segĆŗn la revelación del misterio” encontró oposición por todos lados. Por proclamar fielmente el glorioso mensaje que se le habĆa encomendado, se le hizo soportar constantemente aflicción y reproche. En una de sus primeras epĆstolas ya encontramos una larga lista de los peligros y persecuciones que para entonces habĆa sido llamado a soportar (II Corintios 11:23-33) y esta oposición, amarga e implacable, continuó durante todo su ministerio. En su Ćŗltima carta, escrita desde la prisión de Roma, llama la atención sobre el carĆ”cter distintivo de su mensaje y agrega:
En el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor… (II Tim. 2:7-9 - RV1960)
El sufrimiento casi constante al que fue sometido el apóstol de la gracia, naturalmente tuvo su efecto sobre las almas tĆmidas. Algunos, que vieron la verdad y la gloria de su mensaje, carecieron del valor para estar con Ć©l para darlo a conocer. Otros, que habĆan comenzado con Ć©l, se sintieron tentados a dar marcha atrĆ”s (y algunos lo hicieron). De su primera aparición ante Nerón, el Apóstol tuvo que decir:
En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta (II Timoteo 4:16)
A la luz de todo esto, no es extraƱo que Pablo escribiera a Timoteo:
_PORQUE NO NOS HA DADO DIOS ESPĆRITU DE COBARDĆA; SINO DE PODER, DE AMOR, Y DE DOMINIO PROPIO.
POR TANTO, NO TE AVERGĆENCES DE DAR TESTIMONIO DE NUESTRO SEĆOR, NI DE MĆ, PRESO SUYO; SINO PARTICIPA DE LAS AFLICCIONES POR EL EVANGELIO SEGĆN EL PODER DE DIOS (II Timoteo 1:7,8)_
Tampoco es extraƱo que en II Timoteo 2:1-3 el apóstol deba instar a su hijo en la fe: “esfuĆ©rzate en la gracia que es en Cristo JesĆŗs” y “sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”, especialmente teniendo en cuenta que Ć©l mismo necesitaba ayuda constante a este respecto. Al cristiano promedio le resultarĆa difĆcil imaginar que Pablo alguna vez necesitara oración para tener valor, sin embargo, cierra su epĆstola a los Efesios con la petición:
_Y [orad] por mĆ, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,
por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hablƩ de Ʃl, como debo hablar (Efesios 6:19,20)_
¡Oh, que todos los que han llegado a ver la gloria del evangelio de la gracia de Dios oraran esta oración pidiendo valentĆa!
Algunos pueden suponer que harĆa falta poca audacia hoy para proclamar la gracia en toda su pureza. ¿QuiĆ©n es perseguido ahora, al menos en paĆses libres e iluminados, por predicar la gracia de Dios? Ah, pero no te dejes engaƱar. SatanĆ”s no fue menos activo en su oposición a la verdad cuando Constantino exaltó a la Iglesia profesante a la prominencia, que cuando sus predecesores persiguieron a la Iglesia y enviaron a sus miembros a la muerte a fuego y espada. De hecho, el diablo sin duda tuvo mĆ”s Ć©xito en los dĆas de Constantino que cuando la persecución arreciaba. ¿Y supone algĆŗn creyente en la Palabra de Dios que SatanĆ”s ha cedido en su oposición a la verdad hoy, simplemente porque los hombres, al menos en esta tierra donde vivimos, no son quemados en la hoguera ni arrojados a los leones? No te dejes engaƱar. La enemistad de SatanĆ”s contra Dios y su Palabra continĆŗa sin disminuir. Su odio hacia “el evangelio de la gracia de Dios” es tan amargo y su oposición tan decidida como siempre lo fue. Pero bien sabe Ć©l que los constantes desalientos relacionados con el hecho de pertenecer a una minorĆa a menudo logran silenciar a aquellos que se enfrentarĆan firmes a la persecución fĆsica.
Nosotros, que conocemos y amamos la verdad, determinemos por la gracia de Dios que nada nos lleve a ser infieles a nuestra gloriosa comisión; que, cualquiera que sea el costo, proclamemos fiel y audazmente a otros el evangelio puro de la gracia de Dios, “la predicación de Jesucristo, segĆŗn la revelación del misterio”.
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artĆculos de Dos minutos fueron escritos hace aƱos por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artĆculos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos aƱos, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artĆculos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, aƱadirĆa interĆ©s, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artĆculos de periódico". A esto aƱadirĆamos que lo mismo ocurre con los artĆculos escritos por otros que seguimos aƱadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que estĆ© de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artĆculos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseƱan son atemporales.
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