por el pastor Cornelius R. Stam
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Muchas personas religiosas toman al Señor Jesucristo como su modelo en la vida. Lo llaman “El Gran Ejemplo”. Cuando surgen problemas, se preguntan: “¿Qué haría Jesús?” Buscan la salvación “caminando en Sus pasos”.
Si bien las virtudes morales y espirituales de nuestro Señor son ciertamente dignas de emulación, hubo muchos detalles en Su conducta que no debemos imitar. Por ejemplo, ninguno de nosotros estaría en condiciones de pronunciar sobre los hipócritas religiosos de nuestros días los amargos ayes que nuestro Señor pronunció sobre los fariseos de su época, simplemente porque todos tenemos mucho de fariseo en nosotros.
Ciertamente no podemos ser salvos “siguiendo a Cristo” o esforzándonos por vivir como Él vivió. Su perfecta santidad sólo enfatizaría nuestra injusticia y nos condenaría. Él vino a salvarnos, no con Su vida, sino con Su muerte. “CRISTO MURIÓ POR NUESTROS PECADOS” (I Corintios 15:3 - RV1960), y los pecadores son “reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo” (Romanos 5:10) .
Pero Dios nos ha dado un modelo para la salvación. No es otro que el apóstol Pablo, el principal de los pecadores salvados por gracia. Escuche lo que dice por inspiración divina:
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: QUE CRISTO JESÚS VINO AL MUNDO PARA SALVAR A LOS PECADORES, de los cuales yo soy el primero (I Timoteo 1:15)
Pablo, como Saulo de Tarso, recuerden, había liderado a su nación y al mundo en rebelión contra Dios y Su Cristo. Estaba sumamente enojado contra los discípulos de Cristo y respiraba amenazas y muerte contra ellos. ¿Por qué entonces Dios lo salvó? Continúa diciéndonos en el siguiente versículo:
Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, PARA EJEMPLO de los que habrían de creer en él para vida eterna. (I Timoteo 1:16)
La moraleja: ponte del lado de Pablo. Admite que eres un pecador y su Salvador también te salvará.
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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