por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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En sus últimos años, mi amada madre hizo un largo viaje conmigo a un campamento familiar cristiano donde yo sería orador. De camino a casa me confió que uno de sus peores temores era que, a medida que su salud empeorara, ni siquiera recordaría a sus hijos ni sus nombres. Cuatro años después, el Alzheimer le había ido robando poco a poco su independencia, su dignidad y su memoria. Una de las últimas veces que la vi, me senté frente a ella durante un tiempo. Luego un cuidador me la presentó y le dio mi nombre. Ella me miró tan perpleja y confundida que fue desgarrador. Las cosas que más apreciaba se habían borrado de su memoria.
Cuando el escritor de Hebreos se dirigió a los creyentes judíos que esperaban el regreso del Señor Jesucristo para establecer Su Reino Milenario, les advirtió acerca de uno de sus mayores miedos. Él dijo: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. …” (o que se nos deslicen, escapen, Hebreos 2:1 - RV1960). Es muy probable que este escritor tuviera en mente la persistente historia del olvido de Jehová por parte de Israel. El Señor advirtió repetidamente a Su pueblo que en tiempos de bendición y de abundancia en la tierra prometida, debían cuidar “… de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” (Deuteronomio 6:12). A pesar de estas advertencias y las instrucciones de Dios de “… guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón…” (Deuteronomio 4:9), de todos modos, se olvidaron del Señor repetidamente. Isaías le dijo a Israel: “Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor…” (Isaías 51:13). Jeremías los describió como habiendo “… torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado” (Jeremías 3:21). Al escritor de Hebreos le preocupaba que aquellos de su época también cedieran ante las presiones de la persecución y se alejaran de su fe en el Señor Jesús como su Mesías. Por lo tanto, los instó a no permitir que las verdades que habían abrazado se les “deslizaran”.
Los creyentes de hoy también necesitan retener “la forma de las sanas palabras” (II Timoteo 1:13). Se podría escribir un libro sobre aquellos de nuestros días que alguna vez fueron fieles, pero que han dejado escapar preciosas verdades fundamentales al escuchar a maestros errantes. No seas uno de ellos. Guarda y aférrate a las verdades dispensacionales enseñadas por el apóstol Pablo.
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