Mucho Mejor – Hebreos 8:6-13

John Fredericksen|Los concesionarios solían atraer a los clientes con anuncios de valores de intercambio por vehículos viejos. Si podía “empujar, tirar o remolcar” su automóvil hasta su propiedad, se le “garantizaba” un buen valor para la compra de un automóvil nuevo.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Los concesionarios solían atraer a los clientes con anuncios de valores de intercambio por vehículos viejos. Si podía “empujar, tirar o remolcar” su automóvil hasta su propiedad, se le “garantizaba” un buen valor para la compra de un automóvil nuevo. Una vez literalmente remolcamos un auto viejo y desgastado hasta un concesionario y salimos con un auto nuevo que era, sin lugar a dudas, mucho mejor que el que cambiamos.

Los capítulos 7 y 8 de Hebreos se refieren a cosas que son mucho “mejores”. Debido a que el sacerdocio levítico no era perfecto, Jehová estableció un sacerdocio eterno mejor en la persona del Señor Jesucristo (Hebreos 7:14-17, 22-23, 26-28). El sacerdocio del Salvador puede salvar “perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” (Hebreos 7:25 - RV1960). A Israel también se le dio “un mejor pacto” (Hebreos 8:6). La palabra “pacto” significa un contrato que Dios hizo con Israel. A principios del Antiguo Testamento, Dios hizo un pacto con los judíos de que si seguían fielmente sus mandamientos, los bendeciría grandemente. Pero si se negaban a obedecer y caminaban en forma descarriada, Él los maldeciría con un juicio divino que haría sus vidas miserables (Deuteronomio 11:26-28). Hebreos 8:6 explica que Dios le había dado a Israel un “mejor pacto” que se identifica como “… con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto” (Hebreos 8:8). Debido a que el pueblo judío había sido tan consistentemente desobediente y descarriado, no estaba experimentando las bendiciones y el gozo de Dios. No había nada malo en su antiguo pacto. El problema estaba en el constante fracaso de los seres humanos en Israel. Por lo tanto, Dios prometió que algún día haría un nuevo pacto, en el cual Israel sería sobrenaturalmente capacitado para caminar en piedad porque Él escribiría Su “… ley en su mente, y… en su corazón…” (Jeremías 31:31- 33; Hebreos 8:10-12). Esto finalmente sucederá en el Reino Milenial, pero Hebreos 8:13 explica que ya probaron esto en los primeros capítulos de Hechos. Su antiguo pacto estaba “próximo a desaparecer”. Debían anticipar el nuevo pacto, en el que serían capacitados sobrenaturalmente para vivir libres del pecado.

El apóstol Pablo nos dice que somos “… ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra [dada a Israel], sino del espíritu…” (II Corintios 3:6). Debemos vivir gozosamente con la expectativa de vivir completamente apartados del pecado en la eternidad. Esto será “mucho mejor” que nuestra experiencia diaria actual. Mientras tanto, ¿buscas genuinamente vivir apartado del pecado?

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