por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza (Efesios 6:10 - RV1960)
Cuando Pablo comienza a cerrar la carta a los Efesios, aborda la guerra espiritual del Cuerpo de Cristo. La instrucción de Pablo es “fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”. En esta batalla espiritual, necesitamos fuerza espiritual. Como estamos del lado del Señor, Pablo nos señala al Señor Todopoderoso, de quien debemos obtener nuestras fuerzas. En esta epístola, Pablo ha estado mostrando a los creyentes que estamos “en Cristo”, en unión perfecta y eterna con Él. Al estar en Cristo, encontramos que Su vida es nuestra vida y Su poder es nuestro poder. Nosotros, el Cuerpo, obtenemos la fuerza y el poder para vivir la vida cristiana de nuestra Cabeza viviente.
Cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos… (Efesios 1:19,20)
Ser fuerte en el Señor y en el poder de Su fuerza tiene que ver con vivir por fe en la vida de resurrección y el poder que reside en cada creyente a través de Cristo. El mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos es el mismo poder que debemos usar para resistir en esta batalla espiritual. La fuerza de la vida cristiana es la dependencia de Dios. Así que Pablo señala que la Iglesia debe fortalecerse en el Señor, depender de Él.
Antes de la salvación, Pablo dice que éramos “débiles” (Romanos 5:6). Somos débiles y absolutamente incapaces de agradar a Dios o salvarnos a nosotros mismos. La salvación se logra únicamente a través de la confianza en Cristo, y solo por Él tenemos victoria sobre la pena y el castigo del pecado. Después de confiar en Cristo como nuestro Salvador, todavía somos débiles en nosotros mismos, y en la vida cristiana nuestra suficiencia debe ser de Dios (II Corintios 3:5). La victoria sobre el poder del pecado en nuestras vidas ocurre de la misma manera que somos salvos del castigo del pecado, al confiar plenamente en Cristo y sólo en Él. Su fuerza es más que suficiente para la batalla, y tenemos garantizada la victoria sobre cualquier cosa que Satanás nos lance cuando nos volvemos a nuestro Señor (Filipenses 4:13).
Esta pregunta se hizo en una clase de escuela dominical: “¿Cómo podemos derrotar a Satanás?” Una niña respondió: “Dejemos que Jesús abra la puerta cuando Satanás empiece a llamar”. Recibir instrucciones de ser fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza, nos dice que nuestro poder no es lo suficientemente fuerte como para que podamos resistir en esta batalla espiritual, y nos dice que enfrentamos un enemigo mucho más fuerte de lo que somos sin Cristo. Por lo tanto, necesitamos el poder infinito de nuestro Señor en esta batalla espiritual, y nos apropiamos de esa fuerza al rendirnos al Espíritu que mora en nosotros, a través de la oración y la dependencia de Dios, y por el conocimiento, la fe y la obediencia a Su Palabra, correctamente dividida (cf. Efesios 6:17,18).
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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