por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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William Sangster fue un ministro incondicional y creyente en la Biblia “que ayudó a guiar a los londinenses a través de los horrores de los bombardeos de Londres en la Segunda Guerra Mundial. Sangster desarrolló una enfermedad que paralizó progresivamente su cuerpo y, finalmente, sus cuerdas vocales. La mañana de Pascua, justo antes de morir, logró escribirle una breve nota a su hija. La nota decía: ‘Qué terrible despertarse en Pascua y no tener voz para gritar: ¡Ha resucitado! Sin embargo, es mucho peor tener voz y no querer gritar: ¡Ha resucitado!’” (Pablo Goodrich, “¡Él ha resucitado!”, consultado el 25 de febrero de 2017, http: //www.fumcwf.org/he-is-risen/.)
Nos regocijamos en la resurrección de Cristo y la vida que tenemos en Él. Sin embargo, es preocupante descubrir que existen enseñanzas que dicen que todo lo que necesitas creer para ser salvo es que Cristo murió por tus pecados. Algunos dicen que la fe en la resurrección de Cristo no es necesaria para ser salvos, porque nuestra salvación se basa únicamente en el pago de Cristo por nuestros pecados en la Cruz, e intencionalmente dejarán de lado la Resurrección. Sin embargo, esto no es paulino. El evangelio de la gracia de Dios incluye la resurrección del Señor Jesucristo. Pablo enfatiza en sus cartas la importancia de creer que Cristo ha resucitado de entre los muertos. Note los siguientes versículos:
Por lo cual también su fe le fue contada por justicia… también... a nosotros... ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro (Romanos 4:22,24 - RV1960)
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9)
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras (1 Corintios 15:3,4)
Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. (2 Corintios 5:15)
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. (1 Tesalonicenses 4:14)
Los incrédulos deben confiar en que Cristo ha resucitado para ser salvos, por lo que los creyentes deben enfatizar la muerte y la resurrección de Cristo cuando comparten el evangelio de la gracia. Cuando Pablo escribe sobre nuestro bautismo espiritual con Cristo, no solo nos identificamos con Su muerte, sino también con Su sepultura y resurrección (Romanos 6:3,4). Según Colosenses 2:10, “estamos completos en Él”, porque hemos sido identificados con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (Colosenses 2:11,12) en el momento en que creímos en su muerte, sepultura y resurrección.
Cristo murió por nuestros pecados y… resucitó al tercer día. ¡No dejes de lado la resurrección! Es crucial para nuestra fe y salvación. Tenemos la Palabra de Dios en cuanto a ello. Como escribe Pablo en 1 Corintios 15:17: “Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana [vacía]; aún estáis en vuestros pecados”. Pero debido a que “Cristo ha resucitado de los muertos”, aquellos “en Cristo… serán vivificados” (1 Corintios 15:20,22). ¡Eso debería hacernos querer gritar de alegría!
Jesús, Señor nuestro… fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. (Romanos 4:24,25)
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: “Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico”. A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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