No es un sistema de desempeño – 1 Corintios 1:2

John Fredericksen|No cuestiones tu salvación ni la de los demás cuando hay falta de interés espiritual o pecado. Recuerda que la gracia también cubre esto.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation, y más recientemente su versión en español, Transformación Diaria, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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En una ocasión tuve la alegría de compartir el evangelio con claridad y guiar a una joven pareja a profesar su fe en el Señor Jesucristo. De inmediato, comenzaron a asistir a nuestra iglesia, pero después de unos meses dejaron de venir y no mostraron mayor interés en las cosas espirituales. Una señora bien intencionada se refirió a esta pareja ausente y dijo: «Pastor John, debieron ser sus conversos, porque ciertamente no eran conversos del Señor».

Es importante que recordemos una lección de los creyentes de Corinto. Hechos 18 registra la predicación del apóstol Pablo en esta ciudad, donde muchos confiaban en Cristo como su Salvador. Luego, durante 18 meses, se quedó y les ministró la Palabra de Dios. Después de profesar a Cristo, tuvieron un período de crecimiento espiritual, pero pronto cayeron en una terrible carnalidad. Se volvieron muy críticos con Pablo (1 Corintios 4:3). La inmoralidad flagrante se volvió común entre ellos (1 Corintios 5:1). Se deleitaban en el pecado ajeno (1 Corintios 5:2) y se enorgullecían de su conocimiento bíblico (1 Corintios 8:1). Pablo los llamó «carnales» y «niños en Cristo», que no habían alcanzado la madurez espiritual (1 Corintios 3:1-3 - RV1960). ¡Pero nunca cuestionó su salvación! Observe que se refirió a ellos colectivamente como «la iglesia de Dios», que fueron «…santificados en Cristo Jesús, [y] llamados a ser santos…» (1 Corintios 1:2). Es aún más claro al enumerar a una multitud de personas identificadas por diversos pecados, añadiendo: «Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús…» (1 Corintios 6:11). Aunque estos cristianos llevaban un estilo de vida pecaminoso con poco interés espiritual aparente, Pablo nunca cuestionó su salvación. Esto se debe a que los cristianos de hoy no están «…bajo la ley, sino bajo la gracia» (Romanos 6:14), y la gracia no es un sistema de resultados. La gracia es la rica misericordia de Dios. Algunos objetarían que el Salvador dijo: «…por sus frutos los conoceréis» (Mateo 7:16,20). Sin embargo, nuestro Señor se refería a cómo discernir a los falsos maestros en la tribulación, no a los creyentes de hoy. Les enseñaba a los judíos que aún estaban bajo la Ley con un programa diferente, con requisitos diferentes. Es un testimonio maravilloso cuando la verdadera piedad se exhibe en los creyentes, pero hoy uno todavía puede ser verdaderamente salvo, y aún así no estar viviendo para el Señor.

Creyente, no cuestiones tu salvación ni la de los demás cuando hay falta de interés espiritual o pecado. Recuerda que la gracia también cubre esto.

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