por el pastor Cornelius R. Stam
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y más recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Tres veces en el capítulo 5 de la carta de Pablo a los romanos que leemos que Cristo murió por nosotros.
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. (Romanos 5:6 - RV1960)
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)
…siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo… (Romanos 5:10)
Así, en nuestra debilidad, en nuestra pecaminosidad, incluso en nuestra obstinación, Cristo nos amó y dio su vida para salvarnos. Pero, ¿por qué dice el apóstol que Cristo murió por nosotros «cuando aún éramos débiles», «siendo aún pecadores» y «siendo enemigos»? ¿No murió Cristo por nosotros antes de que ninguno de nosotros naciera? Sí, pero aquí el apóstol escribe históricamente de toda la raza humana. El resto del capítulo confirma esto.
En el versículo 12 se refiere a Adán, el «un hombre» por quien el pecado y la muerte entraron al mundo. Esto dejó al hombre realmente impotente. En el versículo 20 se refiere a Moisés, por quien «la ley se introdujo para que el pecado abundase». Así, por la ley, los hombres fueron condenados como pecadores. Finalmente, en los versículos 20, 21, se refiere a Cristo, «[que] murió por todos» (2 Corintios 5:14,15), para que los pecadores impotentes pudieran salvarse; sí, para que incluso los enemigos de Dios pudieran reconciliarse con Él por gracia, mediante la fe. Mediante Adán tenemos la entrada del pecado, mediante Moisés la condenación del pecado y mediante Cristo el perdón de los pecados.
Solo gradualmente fue revelada la importancia de la muerte de Cristo para la humanidad, pero ahora sabemos que los santos de todas las edades han sido salvados únicamente sobre la base de la muerte de nuestro Señor. Nadie más podría haber pagado una deuda tan grande. Por lo tanto, en nuestra impotencia, en nuestra pecaminosidad, sí, gracias a Dios, en nuestra obstinación, el Señor Jesucristo murió para salvarnos.
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo (Hechos 16:31)
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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