La Claridad de la Sinceridad

Ricky Kurth|Hace casi 2.000 años, el apóstol Pablo le dio a un joven ministro llamado Tito un consejo que es bueno para cualquier cristiano que desee ministrar sana doctrina bíblica a otros: "presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad..." (Tito 2:7)

por el pastor Ricky Kurth

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Hace casi 2.000 años, el apóstol Pablo le dio a un joven ministro llamado Tito un consejo que es bueno para cualquier cristiano que desee ministrar sana doctrina bíblica a otros:

"presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad..." (Tito 2:7) [1].

El diccionario dice que la palabra sincero significa puro y sin mezcla. Por eso Pablo escribió:

"celebremos la fiesta, no con ... levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad..." (1 Cor. 5:8).

Dios les dijo a los judíos bajo la ley que guardaran la "fiesta" de los panes sin levadura justo después de guardar la pascua, no mezclando levadura en su pan (Levítico 23:4-8), y Pablo dice que la forma de guardar esa fiesta hoy bajo la gracia es mantener la levadura del pecado fuera de nuestras vidas para mostrar a Dios lo agradecidos que estamos de que "nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros" (1 Cor. 5:7).

Uno pensaría que todo creyente sabría que nuestras vidas deben ser puras y sin mezcla de pecados como la "malicia" y la "maldad" mientras enseñamos la doctrina de la gracia. Pero los carnales corintios estaban enseñando la gracia, pero viviendo en malicia (1 Cor. 14:20) y maldad (1 Cor. 5:13), creyendo erróneamente que la gracia es una licencia para cometer esos pecados en particular y muchos otros. Si eso describe tu vida cristiana y tu ministerio en la doctrina de la gracia de Dios, te invito a que consideres mostrar sinceridad en la doctrina en su lugar. ¡La nuestra es una vocación elevada y santa!

Y hay otras cosas con las que la doctrina no debe mezclarse. Pablo describió su ministerio a los corintios como uno que se llevaba a cabo "que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana" (2 Cor. 1:12). Corinto era una ciudad de Grecia, y los griegos eran conocidos por la "sabiduría" de sus filósofos. Así que al escribir a los corintios, Pablo denigró "la sabiduría de los hombres" una y otra vez (1 Cor. 1:17-3:19), insistiendo en que no había mezclado la doctrina con la sabiduría mundana (1 Cor. 2:4) como evidentemente habían hecho entre ellos los "diez mil" falsos maestros de Corinto (1 Cor. 4:15). Tal vez la razón por la que parecían haber aceptado esto, fue que pensaban que tal mezcla era la única manera de hacer que la doctrina de la gracia fuera más apetecible y popular. Eso llevó a Pablo a decirles lo que le dijo a Tito, que la doctrina debe ser predicada con sinceridad en su lugar.

Uno pensaría que casi 2.000 años después los predicadores sabrían que no deben mezclar la doctrina bíblica con la sabiduría de los hombres. Pero cuando surgió la teoría de la evolución, muchos pastores se sintieron intimidados por la ciencia, una ciencia que en realidad no era más que "la falsamente llamada ciencia" (1 Tim. 6:20). Así que algunos de ellos mezclaron ese ejemplo de sabiduría mundana no bíblica con la doctrina de la creación y llegaron a algo llamado "evolución teísta". ¡Esa es la teoría que afirma que la evolución es real, pero que fue puesta en marcha y supervisada por Dios! Y hay muchos otros ejemplos que podrían citarse de mezclar la doctrina con la sabiduría de los hombres.

Pero en lugar de tomar tu valioso tiempo para citar más ejemplos de la locura de la sabiduría mundana, prefiero señalar una cosa más con la que la sana doctrina bíblica no debe mezclarse, algo que Pablo señaló cuando les contó a los filipenses sobre algunos que "predican a Cristo por envidia y contienda [y] ... contención, no sinceramente" (Fil. 1:15,16). Hay creyentes que mezclan la sana doctrina con cosas como la envidia, la contienda y la contención. En otras palabras, ¡predican la doctrina sólo para buscar pelea con otros! Escucho de hombres así todo el tiempo, y creo que es tan deshonroso para el Señor como mezclar la doctrina con la maldad carnal o la sabiduría carnal.

Antes de que hagas este artículo a un lado, ¿por qué no orar sobre este importante asunto? La doctrina que no está mezclada con carnalidad, sabiduría humana o envidia y contienda seguramente dará a tus palabras la claridad de la sinceridad que anhelas al compartir la verdad de la gracia con otros.


Notas al pie:

[1] En el artículo original, en inglés, la traducción bíblica usada es la KJV, en la cual aparece la palabra sinceridad al final de Tit 2:7. Esta palabra se usa para traducir del griego la palabra afdsarsía, que significa autenticidad, y que aparece en el Textus Receptus. La traducción Reina Valera 1960 no ha incluido esa palabra, aunque no afecta el sentido del texto, gracias a la presencia de la palabra adiafdsoría, que fue traducida integridad.


Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: "Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico". A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.

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