por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y más recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios… Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. (2 Corintios 5:20, 6:1 - RV1960)
En 2 Corintios 5:20, aprendemos acerca de nuestro ministerio de reconciliación, Dios rogando a los incrédulos a través de nosotros, embajadores de Cristo, que se reconcilien con Él. Un par de versículos más adelante, en 2 Corintios 6:1, leemos que Pablo, por inspiración del Espíritu Santo, suplicaba a los creyentes: “no recibáis en vano la gracia de Dios”.
Tenemos el privilegio por gracia de ser colaboradores de Dios, y tenemos el privilegio por gracia de ser embajadores de Cristo. Por la gracia de Dios, cada persona reconciliada con Dios está llamada a rogarle a la gente que se reconcilie con Dios. Nuestra reconciliación con Dios nos coloca a cada uno de nosotros en el ministerio de la reconciliación (2 Corintios 5:18).
Sin embargo, no todos en Corinto estaban haciendo esto. Se estaban perdiendo su ministerio. “Vano” significa vacío, inútil, infructuoso, sin efecto ni propósito. Recibir la gracia de Dios “en vano” es lo opuesto a 2 Corintios 5:15: “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
Cuando los creyentes viven solo para sí mismos, en lugar de para los propósitos a los que Dios los ha llamado, eso es recibir la gracia de Dios en vano. La gratitud por la gracia de Dios es hacernos querer vivir y trabajar para Aquel que dio todo por nosotros, que murió por nosotros y nos salvó de la eternidad en el Lago de Fuego.
Tenemos una mayordomía, una responsabilidad, un deber como embajadores de Cristo. El mandato a no recibir la gracia de Dios en vano no enseña que la salvación de los creyentes corintios estaba en peligro; está enseñando que la salvación de otras personas estaba en peligro.
En estos versículos, Dios ruega al creyente que viva como una luz brillante del evangelio, alimentada por su preocupación por las personas que nos rodean y sus destinos eternos. Recibir la gracia de Dios en vano es vivir una vida sin objetivo ni sentido. Pero cuando la gracia de Dios es recibida y toca tu corazón, te da un propósito, una mentalidad evangélica y ves la vital importancia de ser una luz y vivir para lo que es importante para Dios. Y sabemos que las almas de las personas y su destino eterno son infinitamente importantes para Dios, porque Cristo murió por todos (2 Corintios 5:15). ¡Que podamos entonces responder a la Palabra de Dios por fe y dejar que esta pequeña luz mía… brille!
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: “Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico”. A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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