por el pastor Kevin Sadler
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Two Minutes with the Bible, y más recientemente su versión en español, Dos Minutos con la Biblia, a los cuales puede suscribirse siguiendo los enlaces anteriores. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. (Salmos 27:14 - RV1960)
La oración, medio en broma: “Señor, necesito paciencia, y la necesito ahora mismo”, no está muy alejada de cómo abordamos el crecimiento espiritual y el vivir la voluntad de Dios en nuestra vida. La vida está llena de esperas: esperar a que se cargue el teléfono; esperar en la cola del supermercado; esperar en un embotellamiento; esperar un empleo; esperar el cónyuge adecuado; esperar los resultados de las pruebas; esperar tener edad suficiente para conducir. Steve Farrar de Men’s Leadership Ministries dice: “Esperar es como comer grava. Nadie en su sano juicio quiere o le gusta hacerlo”. Esperar es difícil.
La cultura en la que vivimos es una a la que no le gusta esperar. Nos gusta todo lo instantáneo y rápido: descargas instantáneas, mensajería instantánea, café instantáneo, impresiones instantáneas, restaurantes de comida rápida, Internet más rápido, teléfonos rápidos. Sin embargo, hay muchas ocasiones a lo largo de nuestro viaje por la vida en las que Dios dice: “Espera aquí”. Y lo que creímos que serían 15 minutos, resultan ser 15 meses, o incluso 15 años.
La Biblia proporciona numerosos ejemplos de personas que esperaron en el Señor. Abraham esperó durante décadas para tener el hijo que Dios le prometió. José tuvo que esperar en prisión. Moisés esperó durante 40 años en el patio trasero del desierto, cuidando ovejas, antes de sacar a los hijos de Israel del cautiverio en Egipto. Luego los israelitas tuvieron que esperar 40 años para entrar a la Tierra Prometida. Simeón esperó el nacimiento del Mesías. Pablo esperó durante su tiempo de preparación en Arabia.
Esperar es parte del plan y propósito de Dios en nuestras vidas, y resistirse al tiempo de Dios y tratar de adelantarse al Señor puede tener graves consecuencias. Abraham y Sara descubrieron esto cuando se adelantaron a Dios, con Agar trayendo a Ismael en lugar de esperar la promesa de Dios (Génesis 16).
Dios obra mientras su pueblo espera. El tiempo no se desperdicia en la sala de espera de Dios. Esperar en el Señor renueva nuestras fuerzas (Isaías 40:31). Dios a menudo usa estos tiempos de espera para prepararnos para lo que viene. Oswald Chambers escribe: “Somos propensos a pensar que todo lo que nos sucede debe convertirse en enseñanza útil… Descubriremos que las esferas a las que Dios nos introduce no están destinadas a enseñarnos algo, sino a convertirnos en algo”. En esos tiempos de espera, Dios nos enseña y nos convierte en algo; en nosotros Él cultiva la paciencia, el carácter cristiano y la esperanza mientras confiamos en Él en esos momentos. Como leemos en Romanos 5:3-5,
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza…
Al lector (por Berean Bible Society): Algunos de nuestros artículos de Dos minutos fueron escritos hace años por el pastor C. R. Stam para publicarse en periódicos. Cuando muchos de estos artículos se compilaron posteriormente en forma de libro, el pastor Stam escribió esta palabra de explicación en el prefacio: “Hay que tener en cuenta que la columna del periódico, Dos minutos con la Biblia, se publica desde hace muchos años, por lo que los acontecimientos locales, nacionales e internacionales se discuten como si hubieran ocurrido recientemente. En lugar de reescribir o fechar estos artículos, los hemos dejado tal como estaban cuando se publicaron por primera vez. Esto, nos pareció, añadiría interés, especialmente porque nuestros lectores saben que aparecieron por primera vez como artículos de periódico”. A esto añadiríamos que lo mismo ocurre con los artículos escritos por otros que seguimos añadiendo, periódicamente, a la biblioteca de Dos minutos. Esperamos que esté de acuerdo en que, aunque algunas de las referencias de estos artículos son de hace tiempo, las verdades espirituales que enseñan son atemporales.
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