por el pastor John Fredericksen
La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.
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Un joven de mi grupo juvenil provenía de una familia cristiana sólida. Sus padres fueron muy activos en esta iglesia doctrinalmente fundamental y con sacrificio enviaron a todos sus hijos a una escuela cristiana para reforzar su fe. Durante cuatro años, este joven asistió a una universidad cristiana que defendía la “doctrina fundamental”. Escuchó un evangelio puro cientos, si no miles, de veces. Si bien nunca consideré que este joven fuera muy genuino o con una mentalidad espiritual, me sorprendió saber por su padre que se había convertido en sacerdote episcopal. Cuando pregunté: “¿Cómo puede ser esto? Esa iglesia no predica un evangelio que pueda salvar a nadie”, su padre simplemente se encogió de hombros.
Cuando el apóstol Pablo se dirigió a los santos en Corinto, expresó su preocupación de que ellos también pudieran convertirse en víctimas espirituales. Él les dijo: “Mas tengo miedo de que, en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así no sean corrompidos vuestros ánimos, apartándose de la simplicidad que es en Cristo” (II Corintios 11:3 - RV1865). Como ocurre hoy, en Corinto abundaban los falsos maestros. Pablo les dijo que temía que los toleraran (II Corintios 11:4). Por eso les advierte de tres peligros doctrinales. No deben aceptar “otro Jesús que el que os hemos predicado” (II Corintios 11:4). A través de profecías cumplidas y milagros dinámicos, el Señor Jesucristo demostró que es el Mesías de Israel y el único Salvador del mundo. Los corintios no deben escuchar a quienes niegan a Cristo o prometen otro Jesús. Pablo les advirtió que no recibieran “otro espíritu” (II Corintios 11:4). La palabra “espíritu” puede significar un principio, una disposición mental, un ángel o el Espíritu Santo. Estos creyentes ya habían recibido el Espíritu Santo que moraba en ellos para sellarlos en Cristo, consolarlos y guiarlos hacia la verdad espiritual. Existía el peligro constante de aceptar enseñanzas falsas, provenientes de influencias demoníacas, impartidas por falsos maestros humanos. Deben mantenerse firmes en las enseñanzas de Pablo. Pablo también temía que pudieran respaldar “otro evangelio que el que habéis aceptado” (II Corintios 11:4). Los falsos maestros estaban promoviendo un falso evangelio de gracia mezclado con la Ley Mosaica, u obras, como lo hacen hoy. Los corintios, habiendo confiado en el evangelio de la gracia de Dios, aparte de las obras, predicado por Pablo, no debían vacilar en este evangelio puro, que es el único que salva a las almas perdidas hoy.
No te conviertas en una víctima espiritual por escuchar a los falsos maestros, que proclaman un evangelio diferente, otro salvador y otro espíritu de influencia. Mantente firme en las doctrinas que nos entregó el apóstol Pablo.
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