Los Títulos Son Importantes – II Corintios 12:12

John Fredericksen|Según un artículo de Internet de 2009, Enrique Vela López y su esposa, Ute Márquez, fueron arrestados en el condado de Polk, Florida, por practicar la medicina sin licencia.

por el pastor John Fredericksen

La Sociedad Bíblica Bereana (Berean Bible Society) publica diariamente en su sitio web artículos devocionales con el nombre Daily Transformation. En 2T15, publicamos traducciones al español de dichos artículos, con la finalidad de poner el mensaje de la gracia de Dios al alcance de los hermanos en Cristo de habla hispana. Sea de bendición para su vida.

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Según un artículo de Internet de 2009, Enrique Vela López y su esposa, Ute Márquez, fueron arrestados en el condado de Polk, Florida, por practicar la medicina sin licencia. Los detectives encubiertos fueron testigos de cómo esta pareja usaba un dispositivo llamado máquina Asyra, mucho más allá de su uso autorizado, para diagnosticar pacientes y prescribir tratamientos. Hicieron afirmaciones de gran alcance, incluida la de poder curar el cáncer, todas las cuales eran simplemente ejercicios de fraude. Estos dos perpetradores fueron multados, se advirtió al público sobre sus actividades y cualquier persona que supiera del uso de un dispositivo Asyra debía comunicarse con la policía de inmediato.

Si usa el título de M.D. después de su nombre y afirma ser médico, es mejor que esté calificado y sea capaz de ejercer la medicina con gran habilidad. Asimismo, hay que tener mucho cuidado con el tipo de títulos utilizados bajo el paraguas del “ministerio”. Tenemos una iglesia en nuestra ciudad donde el letrero dice que su líder es “Pastor y Apóstol”. En II Corintios 12:12, el apóstol Pablo escribe: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros”. La palabra “apóstol” significa literalmente “un enviado”. Implica una instrucción divina inequívoca y la habilitación del Señor para ir a un lugar específico a ministrar. Los ejemplos serían cuando Pablo fue enviado por Dios a Damasco de forma audible desde el cielo (Hechos 9), o cuando fue enviado a Macedonia (Hechos 16:9). Por una buena razón, Dios usa esta palabra de forma muy limitada en las Escrituras. Nadie hoy es apóstol, y nadie puede reclamar adecuadamente esa instrucción del Señor hoy. Manifestaciones milagrosas como estas han cesado con la finalización de la Palabra de Dios, tal como se promete en 1 Corintios 13:8-10. Además, hoy nadie puede reclamar adecuadamente “las señales de apóstol”. Cuando fue mordido por una serpiente venenosa, Pablo no sufrió ningún daño y pudo orar sobre el pañuelo de una persona muy enferma y lograr que esa persona recuperara su plena salud instantáneamente (Hechos 19:11-12).

Ten cuidado con los predicadores que usan títulos distintos de “pastor”, “predicador”, “maestro de la Biblia” o “anciano”. Asimismo, ten cuidado con cualquiera que afirme que hace milagros. Dios quiere que nuestra atención, confianza y asombro estén en Su Palabra, no en los hombres o en alguna supuesta experiencia emocional o milagrosa. Satanás nos engañará y nos desviará si nuestro enfoque no está en Su Palabra.

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