Espiritualmente Muerto – Apocalipsis 3:1-6

John Fredericksen|Este autor asistió a una iglesia denominacional liberal hasta el final de su adolescencia.

por el pastor John Fredericksen

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Este autor asistió a una iglesia denominacional liberal hasta el final de su adolescencia. El ministro vestía una túnica, participamos en lecturas congregacionales responsivas, usamos velas en algunos servicios y se nos pidió que pasáramos por un proceso de confirmación. Había mucha actividad religiosa. Aparentemente otros allí no lo vieron, pero desde el principio me di cuenta de que no había vida espiritual real en esta iglesia, ni dentro de mí. Lo que necesitaba era ser liberado de esta influencia que me mantenía espiritualmente muerto.

El mensaje del Señor Jesús a la iglesia en Sardis fue: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto” (Apocalipsis 3:1 - RV1960). Obviamente, esto no es una referencia a que sean como los zombis que se muestran en las películas actuales. Pero muchos de ellos estaban espiritualmente muertos mientras todavía estaban físicamente vivos. Note que no hay reprensión por error doctrinal (Apocalipsis 3:4), ni hay una referencia a ser perseguido por proclamar a Cristo con valentía. Al parecer ninguna de las dos cosas estaba presente. Sardis alguna vez fue una gran ciudad de comercio, pero estaba en declive económico mientras se concentraba en gran medida en la adoración de Artemisa, uno de los cultos a la naturaleza. Creemos que esta era una verdadera iglesia judía con una esperanza en el reino terrenal que existió alrededor del año 50 d.C. Los problemas que exhibieron resurgirán entre los creyentes, en la tribulación y reflejan a muchos creyentes e iglesias de hoy (compárese con Efesios 4:18-19). Alguna vez habían sido espiritualmente vibrantes, pero ahora estaban casi espiritualmente muertos. Quizás se estaban durmiendo en los laureles pasados ​​de vitalidad espiritual o habían permanecido en la apatía después de perder el verdadero amor por el Señor. Al igual que la iglesia de Éfeso (Apocalipsis 2:4), su vida espiritual estaba en soporte vital. Afortunadamente, todavía había esperanza, especialmente para algunos. El Señor Jesús les dice: “Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir” (Apocalipsis 3:2). Ser “vigilante” significa DESPERTAR con estado de alerta y tomar las medidas adecuadas. Todavía había tiempo para volver a la vida espiritual y recibir túnicas blancas en la eternidad (Apocalipsis 3:5), que indicaban la salvación e implicaban la pureza en su registro eterno.

En cada dispensación, incluso hoy, es posible ser sano doctrinalmente, pero susceptible de volverse espiritualmente muerto. Si ha perdido la vida sólida para el Señor que alguna vez tuvo, haga lo que el Salvador instruyó aquí: recordar el celo pasado que alguna vez tuvo, “guardar” la verdad, ser vigilante, o despertar espiritualmente y “afirmar” la vida de Cristo que aún tenían (Apocalipsis 3:2-3). No te demores, hazlo hoy.

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